HIPÓTESIS DE LA EXISTENCIA DE UN TEATRO ROMANO
EN PALMA DE MALLORCA.
(2)
Luis Moranta Jaume, arquitecto. 

 RESUMEN DE LA INVESTIGACIÓN:

    Introducción:
 

Foto aérea de la zona. (Estudios de Topografía. S.A.)
(1)
Palma: zona en estudio
Vista aerea zona teatro pompeyo
(2)
Roma: Teatro Pompeyo.
      Algunas investigaciones  tienen un origen casual:  Por una parte, mi actividad como arquitecto dedicado a la construcción y rehabilitación de edificios me llevó a tomar contacto con la zona del plano inferior que corresponde a la  adjunta foto aérea (1).  Por otra, el hecho de haber estado en el interior de uno de los actuales edificios donde permanecen incrustados los restos del Teatro Pompeyo, en Roma (2), me permitió asociar las siguientes imágenes, que constituyeron el punto de partida de esta investigación que aquí se presenta. 

La estructura de Palma: sus ejes y puntos equidistantes del centro.Los restos del teatro pompeyo, en el interior de las edificaciones.
Estructura radial de Palma de Mallorca.    Estructura radial del Teatro Pompeyo. Roma.

     En ambos casos existen unos muros radiales, ordenados geométricamente, maclados con los actuales edificios.

(Planos a escalas diferentes)


Como: posible rastro de una estructura teatral.
  Trazado de la ciudad romana.                Plano del siglo pasado. 

 En la parte superior, junto al puerto, teatro y manzana semicircular.

       No fue éste el único ejemplo que sirvió de estímulo a la investigación:  Además de las imágenes correspondientes a los anfiteatros de Lucca, Florencia, Beziers, Venafro y Pollentia (Italia) comparables a la imagen de Palma, existía el interesante caso de la ciudad  de Como. En ella, el arquitecto Caniggia estableció la hipótesis de un teatro romano situado junto al puerto a partir del examen del trazado radial de una manzana semicircular, hoy en día desafortunadamente desaparecida.  .

Bibliografía:

Caniggia, Gianfranco: Strutture dello spazio antropico. Biblioteca di Architettura. UNIEDIT.
Benévolo, Leonardo: Diseño de la ciudad. Tomo II. Ed.G.Gili. México 1979.

       Metodología:

        El primer paso de mi investigación fue analizar el plano municipal de cubiertas de la manzana, sobre el que se trazaron los ejes de los muros radiales, hasta obtener el centro común. Con ello pudo detectarse una curiosa coincidencia:   paredes radiales de edificios diferentes finalizaban o realizaban un quiebro a la misma distancia exacta del centro. A su vez, los ángulos entre ejes de paredes era en todos los casos prácticamente el mismo, entre 20 y 22,5º. Desde el centro se pudieron trazar varias circunferencias concéntricas, pudiéndose observar que se producían coincidencias relacionadas con paredes transversales que enlazaban las paredes radiales: casi todas ellas eran inscribibles en la misma circunferencia, lo que las situaba equidistantes igualmente del centro.

Vista aérea de las cubiertas y tejados.En rojo los ejes de paredes radiales.Vista del conjunto de fachadas interiores.
 Vista aérea.                                          Trazado de los radios.                           Panorámica.

        Todo ello lleva a la conclusión de que un esquema de diseño regular y geométrico ordena el trazado interior de unos edificios de tipologías muy diversas, realizados en épocas diferentes,  con la curiosa coincidencia de que todas las construcciones respetan un patio común mancomunado, semicircular, de forma que en su  centro  convergen los ejes de todas las paredes.

        ¿Qué pudo motivar que los diferentes  propietarios de siete fincas independientes, cuyas parcelas y fachadas son de distintas tipologías, épocas y características, decidieran ponerse de acuerdo para  realizar esta curiosa  y regular subdivisión del territorio?. Esta distribución tuvo como consecuencia que aparezcan colindantes al patio de manzana absurdas dependencias en forma de trapecio, creándose problemas de apoyo de los envigados (las vigas no  tienen la misma longitud), de escasa ventilación (las fachadas del patio tienen apenas una ventana, obligando a patinejos interiores que dificultan la distribución y donde se pierde más espacio útil), de caída de aguas de los tejados (ver en la panorámica como las aguas de cada vecino caen en gran parte sobre la medianera del colindante),... en lugar de distribuir de forma más o menos rectangular el centro de la manzana, como ocurre en el todo el resto del Casco Histórico.

      La justificación de esta subdivisión del territorio se complica al tener en cuenta que en esta zona el terreno es de aluvión y presenta importantes problemas para la  cimentación, por  lo que no se explica en absoluto el  realizar tantos muros, tan cercanos  y tan poco provechosos arquitectónicamente, destinados a unas casas de escaso valor. ¿Porqué dejaron un patio semicircular en el interior, sin que ninguno de ellos se lo apropiara para uso propio, dotando a las estrechas fachadas de las casas, de apenas 3 metros de ancho, de un tratamiento similar al de una calle, con balcones, con ejes de composición con incluso ventanas falsas, como ocurre en el edificio más alto, donde tras la pequeña ventanita ¡está el pozo del edificio!?

Planta general con los trazos radiales



     Estas fueron las primeras preguntas, cuya respuesta más lógica e inmediata era: Porque aprovecharon unos restos existentes más antiguos, emplazados en terrenos portuarios, cuya forma era obligada geométricamente si nos encontramos ante los restos de una estructura correspondiente a un teatro, regulado por las normas de Vitruvio. Los muros radiales corresponderían al sostenimiento de la cavea  y el patio correspondería a la orchestra,  la cual habría permanecido abierta como espacio público tipo plazoleta durante mucho tiempo,  justificando esas fachadas ordenadas, con balcones, semejantes a las del interior de la plaza del  anfiteatro de Lucca.  Sin embargo, era necesario profundizar con más rigor en el tema antes de poder presentar públicamente esta teoría.

        A partir de aquí la investigación se apoya, como un trípode, en tres líneas de trabajo: La primera consistió en un análisis de documentación histórica de la zona, encaminada a averiguar si existían datos que acreditaran la presencia de algún edificio o elemento urbano (un sistema de parcelación singular, un pozo común, un espacio de trabajo o actividades públicas...) que justificaran la extraña forma radial. La segunda se encaminó a verificar si por el emplazamiento, orientación, distribución de las paredes, etc. esta estructura podía corresponder al trazado de un teatro romano, empleando para ello especialmente el  libro V del Tratado  "De Architectura", de Vitruvio y la comparación con el único teatro existente en Mallorca, el de Pollentia. Por último, intenté averiguar si existía constancia de restos arqueológicos en la zona, que acreditaran que en esa parte de la ciudad hubo presencia romana.
 

    La investigación:
 
El puerto de Palma en torno al siglo I.

   Bibliografía: 
Alomar Esteve, Gabriel: La reforma de Palma. 1950.
Zaforteza, Diego:  La Ciudad de Mallorca. Ayuntamiento de Palma.  1987.
 García-Delgado Segués, Carlos: Las Raíces de Palma. José J. de Olañeta editor. 2000.

 

I.- Datos históricos:

      Como se observa en este plano, la geografía de la Palma de la época de Augusto era muy diferente de la actual. Donde hoy es el Paseo del Borne, el agua del mar entraba formando una ría donde desembocaba el torrente de la Riera (quizás entonces con caudal como un río). En el punto donde se encuentra la actual Fuente de las Tortugas debía encontrarse el puerto romano, ya que al construir su depósito inferior aparecieron los restos de un ancla romana. En color rojo se ha señalado el emplazamiento de la zona en estudio. Según Vitruvio, en su obra "Los diez Libros de Arquitectura", traducción del latín por José Ortiz y Sanz, Madrid, 1787. Libro I, cap. VII-51, ése es en general el emplazamiento del teatro en las ciudades marítimas: Tarragona, Cartagena, Cádiz, Trieste..., junto al puerto. Y en este caso, orientado de manera que el público estuviera de espaldas al recorrido solar. Libro V.cap III-6.

     No voy a profundizar aquí más acerca de los antecedentes de esta manzana, que goza de documentación que acredita su existencia desde 1235.  Lo que sí es importante reseñar es que ninguno de los documentos analizados menciona la existencia de un elemento público común, como sería un pozo, un lugar de trabajo... que justificara esta subdivisión regular y geométrica del territorio.

    II.- Los diagramas de Vitruvio:

     Palma, fundada simultáneamente con Pollentia tras la conquista de las Baleares en el año 123 A.C. por Cecilio Metelo,
pudo tener un desarrollo urbano tal que en época de Augusto, fechas en las que Vitruvio escribe su tratado "De Architectura", (31 A.C.) alcanzara la fase de crecimiento y prosperidad adecuadas para la creación de un pequeño edificio teatral donde se dieran incluso otro tipo de funciones, como pugilato. Por ello, en esta época de esplendor, de la paz de Augusto, gran mecenas de las artes y del teatro, pudo llegar a Mallorca algún especialista con la finalidad de la construcción de dos teatros, el de Palma y el de Pollentia. Eso justificaría la coincidencia de diagramas de diseño y el emplazamiento junto a las zonas portuarias. El teatro de Pollentia se excavó en parte aprovechando una suave ladera, lejos del Foro.

Vista panorámica del teatro, desde la escalera central.

  Panorámica del teatro de Pollentia,  un teatro junto a la costa, principalmente excavado en la roca.
La orchestra era de argamasa, hoy desaparecida casi totalmente, siendo visible la base de arcilla con arena.


El  teatro de Pollentia y el diagrama que define sus elementos.

 Diagrama del teatro de Pollentia.

El diagrama de Pollentia sobre la estructura de Palma.

     Diagrama de Pollentia sobre la estructura de Palma. Obsérvese la coincidencia de las escaleras situadas adosadas al eje a 40º  de la izquierda.
(Los planos están a la misma escala.)

   El Libro V de Vitruvio recoge las instrucciones necesarias para el trazado de cada uno de los elementos que constituyen un teatro: En resumen, cabe decir que para diseñar un teatro de planta griega, el esquema se genera con tres cuadrados inscritos en un círculo, estando el frente de la scaena situado en la tangencia del círculo, para tener una amplia orchestra donde evolucionaban los coros.  Sin embargo, el teatro de planta latina se forma con cuatro triángulos equiláteros inscritos en un círculo, estando el frente de la scaena en la base del triángulo central, con lo que se reducía la orchestra dada la ausencia de coros.  En ambos casos los vértices de los cuadrados o de los triángulos señalan el emplazamiento de los accesos y la colocación de los ejes de las puertas. El teatro romano tiene la cavea semicircular, y en el griego ésta supera el diámetro central.   Vitruvio, en el Capítulo VII-24 del Libro V, admite ciertas variaciones en el diseño o aplicación de sus reglas, adaptables en concreto "a la magnitud de la obra", es decir a su tamaño.  En el caso de Palma, nos encontramos con una estructura de apenas 16 m. de radio total.: sería un teatro de escaso tamaño. Casualmente en Mallorca existe otro teatro romano de ese mismo tamaño, el de Pollentia, en Alcudia, lo que permite un estudio comparativo.
    Y es en ese teatro donde aparece un diagrama curioso. Lo que aparentemente sería un teatro regulado por ángulos a 45 º, basado en el cuadrado, lo que nos remitiría a una adaptación del diagrama de planta griega mediante el uso de dos cuadrados según el diagrama de Sear,  puede desarrollarse perfectamente con un diagrama de tres triángulos, con escaleras adosadas a los ángulos de 40º, produciendo el efecto óptico de estar a 45º, cuyos triángulos señalan perfectamente los emplazamientos de las puertas (Valva Regia, Valvae hospitalia, e Itinera versurarum). Dado el pequeño tamaño, es imposible situar el frente de la scaena  en la base del triángulo, por lo que se la sitúa de nuevo tangente al círculo.  Todas estas circunstancias sirven para examinar la estructura de Palma, donde el reparto de paredes sigue ángulos de 40 º - 45º. (ver página 3)

 
Piedra con inscripción CAESAR AVGV
 La piedra de "Son Puig". La Vileta. Palma de Mallorca.

La cara inferior de la piedra
La cara oculta con los orificios y marcas.

Marca de cantero E
Marca de cantero A
Las marcas de cantero resaltadas con luz rasante.
(Fotos cortesía de Mateu Riera)

 

Bibliografía sobre los orificios de la base: 
J.P.Adam: La construcción romana, materiales y técnicas.


Bibliografía sobre la inscripción:
Cristóbal Veny:  Corpus de las Inscripciones baleares. C.S.I.C.
Bartolomé Ferrá: Boletín de la Sociedad Arqueológica Luliana. Tomo I. 1885. Fascículo VII.
Hübner: B.R.A.H. 1888. Pág.467.
Hübner: C.I.L. II Supl. 1892 nº 5987. Pág. 962

III.- Un importante hallazgo arqueológico.

    La tercera vía de investigación se encaminó a averiguar si, en una ciudad como Palma, escasa en hallazgos de época romana, existía algún elemento arqueológico ubicable en el entorno.   De momento la única posible prueba reside en esta gran piedra, (94 x 74 x 33 cm) de mármol blanco, que con una inscripción incompleta dedicada a Cesar Augusto, se transformó en pila o abrevadero para un predio o casa de campo en las afueras de Palma llamado inicialmente Son Puixet y después Son Puig. 

   Al examinarla por su cara inferior o base hasta ahora oculta se han descubierto en la zona central de tres de sus bordes lindantes con las caras sin inscripción sendos orificios para abrazaderas en cola de milano, un orificio central posiblemente  para una pinza de elevación o castañuelas y diversas ranuras para introducir las palancas para mover y alinear los sillares de la hilada superior, además de una marca de cantero semejante a una "A" o a un compás sobre el orificio central, y una letra "E" tallada en la esquina superior izquierda, prueba clara de que se trata de una pieza perteneciente a un edificio romano importante, que presenta la curiosidad de que su actual base habría sido en algún momento una cara superior, dados los orificios hallados.

  La relación con la zona en estudio reside en que esta piedra fue examinada en 1885 por Bartolomé Ferrá y   "procede del zaguán de una casa cercana a la Iglesia de San Nicolás",  la cual está situada a escasos 50 metros de la zona.  Se ha investigado quienes fueron propietarios de la finca Son Puig. Inicialmente fue propiedad  de los Padres Domincos pero  tras la desamortización de Mendizábal, en 1838 pasó, por venta en subasta, a ser de la familia Humbert-Burguer. Posteriormente, D. Vicente Juan Ribas, propietario de una de los edificios situados en la zona en estudio, Calle Pelaires nº 6, ubicación de uno de los aditus o accesos del teatro, compró Son Puig según escritura de 1895. ¿Dónde estaba inicialmente la piedra? De momento no hay respuesta conocida, aunque las sospechas apuntan a éste último propietario, aunque la fecha en que se escrituró la finca (1895) es muy posterior a la visita de Ferrá (1885), lo cual no quiere decir que no hubiera comprado ya la finca, aplazando la realización de la escritura, cosa usual en la época.

    Afortunadamente en fecha 25 de Noviembre de 2004 y con ocasión de las XXIII Jornades de Estudis Locals organizadas por el Institut d’Estudis Balàrics, se ha tenido la extraordinaria oportunidad de que el profesor Marc Mayer de la Universidad de Barcelona examinara la pieza. Sus primeras impresiones revelan que se trata de una pieza de mármol proconeso (Mármara), caracterizado por sus vetas azules y por el olor a azufre que se desprende al fragmentarlo. En su opinión la pieza es auténtica y formaría parte de un conjunto de seis sillares de una de las  hiladas situadas por encima de un arco de puerta de entrada a un edificio público, en buena lógica un teatro, emplazadas consecutivamente siguiendo el orden de colocación establecido según las letras de posición Alfa - beta – gamma - delta- epsilon, siendo ésta última letra la que corresponde a la esquina superior izquierda de la piedra de Son Puig. La inscripción no estaría incompleta, sino que tendría una línea inferior en otros sillares situados a la izquierda que la completarían, en los cuales igualmente se encontrarían las palabras previas de la inscripción que finaliza con el CAERAR AVGV.

    Esta opinión anima a pensar que la hipótesis del teatro cuenta con un nuevo e importantísimo testimonio favorable, si bien no definitivo, dada la incertidumbre mencionada en cuanto a la ubicación del hallazgo.

Detalle de la inscripción


 
Sección por un vomitorio
Otra sección longitudinal.
      Posibles secciones del teatro, siguiendo las instrucciones de Vitruvio y las dimensiones de Pollentia.
  Otras investigaciones y conclusiones:

    Este trabajo se ha desarrollado  especialmente dentro del campo de la investigación arquitectónica. Si bien ha sido un trabajo de gabinete, de él se deduce que, si la Palma romana tuvo un teatro situado en la zona portuaria, el emplazamiento estudiado merece ser considerado a la hora de realizar prospecciones arqueológicas. Por eso durante el año 1999 se ha tramitando un convenio entre el Colegio de Arquitectos y el Consell Insular, destinado a subvencionar unos sondeos y las posteriores publicaciones, de las cuales se ha informado en la página inicial. 
 

    En un primer avance cabe decir que el resultado del sondeo, si bien aporta informaciones complementarias, éstas han resultado insuficientes ya que no permiten llegar a conclusiones definitivas. La presencia de canalizaciones y otros elementos ha impedido desplazar el sondeo en dirección a la cavea  o hacia la scaena, por lo que se ha trabajado en el patio central semicircular situado en la vertical del emplazamiento de la orchestra.

      Análisis del sondeo y de los elementos hallados:

      En este lugar se tenía el deseo de localizar la plataforma de la orchestra y, si era posible, restos de cerámica u objetos que permitieran datar el estrato en época romana. Y este deseo se ha cumplido en parte: a 2,5 m. de profundidad, tras diversas capas de pavimentos superpuestos y un estrato de 1,5 m. de fangos producto de alguna de las torrentadas que en el siglo XV destruyeron la zona, bajo los dos últimos pavimentos medievales  ha aparecido una plataforma muy compacta de arcilla con arena, plana, con ligera pendiente del 1%  en dirección al posible emplazamiento del escenario, situada sobre una capa de canto rodado de torrente bajo la cual no aparecieron restos de actividad humana.
 
Estrato superior.
Zona media.
Plataforma.
Final del sondeo.

        En esta plataforma -de apenas un metro cuadrado de superficie dada la reducción progresiva del tamaño del sondeo a esta profundidad-  no se han hallado rastros o improntas de losas de pavimento.  Sobre la plataforma, junto a elementos de cerámica islámica del XIII, aparecieron fragmentos de cerámica de apariencia romana, entre ellos un fragmento de Dolium, del que se ha deducido que puede corresponder a una gran tinaja de unos 90 - 100 cm de diámetro, de terracota con incrustaciones de mineral volcánico: anortita y hornblenda, según análisis realizado en el Laboratorio de la Universitat de les Illes Balears. Como anécdota, cabe mencionar que varias Dolia aparecieron en la excavación del teatro de Nora (Pula, Cerdeña), situadas bajo el escenario. Si bien en principio se pensó que se trataba de vasos de resonancia como los descritos por Vitruvio, parece acreditado que su uso fue el de contenedores de grano, a causa de la reutilización del edificio teatral como almacén.
 
Dolium. Cara exterior.

Fragmento de Dolium. 16,5 x 8,5 x 2 cm.

Dolium. cara interior.

Cara posterior con incrustaciones volcánicas.

       De la plataforma y estratos inferiores se han tomado muestras para analizar sus características geológicas y así avanzar algo más en su conocimiento y definición. El análisis revela que se trata de una mezcla de arena y arcilla cuya granulometría es muy fina: el 100 % del material atraviesa el tamiz de 4,75 mm y el de 2 mm. sólo retiene el 1,8%  de la muestra. Sería lo que se consideran "gravas",  sin que se detecten intrusiones de grava gruesa, lo cual indicaría un posible cribado si se tratara de un relleno antrópico o una sedimentación muy reposada en el caso de ser un relleno natural ya que del resto de la muestra un 56,6 % son arenas y un 41,6 % finos (arcillas).   A la vista de lo aparecido y aunque la plataforma reúne las características típicas de una variedad de tapial de uso habitual como pavimento-base en la arquitectura mediterránea, se ha decidido no dejar de lado  la posibilidad de que la plataforma pudiera tener origen natural por ser una zona en la que pudieron producirse sedimentaciones al tratarse de la desembocadura de un torrente. Como material constructivo, el tapial es un material artificial similar a la arcilla magra  (con arenas), utilizable por tener menor retracción que una arcilla grasa, carente de arenas. (ver "La construcción romana, materiales y técnicas. Jean Pierre Adam. Editorial de los oficios. 1996.)

        Un factor que puede aportar luz en este tema es el análisis comparativo de esta plataforma de Palma con los restos de la orchestra del teatro de Pollentia. Tal como describen los trabajos de excavación realizados en su día y se observa "in situ", dicha orchestra es de argamasa de cal, la cual ha desaparecido en buena parte, quedando en muchos puntos el material de la base de nivelación al descubierto, la cual es de tierra compactada. La coincidencia aparece cuando se examinan las características de esta base y  se comprueba que se trata de una arcilla con arena cuya textura es similar a la encontrada en Palma, si bien presenta una mayor proporción de arcilla. Esto favorece pensar que la plataforma de Palma sería efectivamente antrópica, realizada con la misma solución constructiva que en Pollentia, y constituiría la base inferior para la colocación de un pavimento o solera  posteriormente desaparecido en esta zona del sondeo sin que se conserven rastros en la zona del sondeo.

       De momento, lo único que se puede aportar en positivo es que en la zona donde según esta hipótesis debería existir una plataforma, ésta existe y es de características materiales similares a la plataforma de Pollentia. Aún con todo ello no permite demostrar clara y definitivamente que sea la plataforma de la orchestra  de un teatro, pero se ha conseguido otro elemento que no sólo no es contrario a la hipótesis sino que puede encaminarnos en la buena dirección. En cuanto a la cerámica  igualmente hay que expresar que se incorpora como una información complementaria más, aunque sea anecdótica, dada su presencia entremezclada con elementos de época posterior.  

        ULTIMAS NOTICIAS:

    En fecha Febrero 2004 se han realizado excavaciones de zanjas para instalación de la red neumática de recogida de basura en una zona situada a unos doscientos metros de la zona de estudio y en una de ellas ha aparecido una plataforma de características similares: una capa superior de árido muy fino que cubre una base de piedras redondeadas colocadas en gran parte muy bien niveladas. Si bien la  primera impresión de los arqueólogos fue que podía tratarse de un pavimento, la situación irregular de los cantos rodados descubiertos al avanzar la zanja ha llevado a plantear  que se trata de un aporte de materiales producido de forma natural. Ello invita a reflexionar que la plataforma mencionada no sea antrópica, sino natural, por lo que deberemos esperar una vez más el momento en que se realicen obras en  alguno de los locales de planta baja, para en ese momento desde allí acceder a algún punto desde donde se pueda analizar alguna pared radial.

    Como se ha comentado, en Noviembre de 2004 se han obtenido nuevas opiniones e informaciones sobre la Piedra de Son Puig, muy reveladoras y positivas para la hipótesis planteada.

    En caso de que algún día se consiga acreditar de forma definitiva la existencia del teatro, además de su importancia intrínseca se podrá aportar una nueva perspectiva al conocimiento del trazado urbanístico de la Palma romana, ya que hasta ahora los datos obtenidos en los diferentes hallazgos se ubican solamente en la zona alta de la ciudad, cuando parece evidente que pudieron coexistir el barrio superior amurallado y una zona portuaria inferior, donde estaría el teatro, en un caso similar al de Tarraco.

Bibliografía relacionada con esta página:

Sobre el trazado de los teatros romanos:

M. Vitruvio Polión: Los diez libros de Arquitectura. Trd. José Ortiz y Sanz. Madrid. 1787.
Frank B. Sear: Vitruvius and Roman Theater Design. American Journal of Archeology. n.94
Salvador Lara: El trazado vitruviano como mecanismo abierto de implantación de los teatros romanos. AEspa, 65, 1992.
Pierre Gros: Le schéma vitruvien latin et sa signification dans le système normatif du "DE ARCHITECTURA".  Rev.Arch. 1/1994.
Daniel B. Millette: Textuals imaginations: Vitruvius in archeological (Re)Constructions. http://www.shef.ac.uk/~assem/3/3millete.htm
Ricardo Mar: Vitrubio y la tipología de los teatros augústeos. Revista Braçal. n.10. 1994.

 

Sobre la Ciudad de Palma:

Diego Zaforteza:    La Ciudad de Mallorca. Ed. Ayuntamiento de Palma.  1987.  

Carlos García-Delgado Segués: Las Raíces de Palma. José J. de Olañeta editor. 2000.

 

Sobre el teatro romano de Pollentia:

Luis de Villafranca: 1810. Dibujo y texto. Archivo Palacio Vivot. Palma.
Luigi Bernabó Brea: Il teatro antico di Pollentia. Boletín de la Sociedad Arqueológica Luliana. 1950. nº 740-745.
Luis Amorós. Martín Almagro. Antonio Arribas: El teatro romano de Pollentia. Archivo español de Arqueología. XXVII-1954- nº 89 y 90. C.S.I.C. Madrid.
Luis Amorós: El teatro romano de Pollentia. Panorama Balear nº 68. Palma. 1958.
 



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