HIPÓTESIS DE LA EXISTENCIA
DE UN TEATRO ROMANO
EN PALMA DE MALLORCA.
(4)
Luis Moranta
Jaume, arquitecto.
Vitruvio, Leonardo Da Vinci, el número Pi y la cuadratura del círculo.
Figura 1
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“El centro del
cuerpo humano es el ombligo, de tal modo que en un hombre tendido en decúbito
supino, con las manos y los pies extendidos, si se tomase como centro el
ombligo, trazando con el compás un círculo, éste tocaría los dedos de ambas
manos y los de los pies; y lo mismo que se adapta el cuerpo a la figura redonda
, se adapta también a la cuadrada: por eso, si se toma la distancia que hay de
la punta de los pies a lo alto de la cabeza, y se confronta con la de los
brazos extendidos, se hallará que la altura y la anchura son iguales,
resultando el cuadrado perfecto.”
“Igualmente porque el pie del hombre corresponde a la sexta
parte de la altura de su cuerpo, o en otros términos, porque la expresión de la
altura de su cuerpo en número de pies es este número, que es el de pies de la
altura, estos resultan seis, declararon (los antiguos matemáticos) al seis
numero perfecto; y también observaron que la longitud del codo se compone de
seis palmos, y por consiguiente de veinticuatro dedos”.
Vitruvio, Libro
III. Capítulo I.
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Antecedentes:
Vitruvio, arquitecto romano
contemporáneo del emperador Augusto, autor del tratado de diez libros llamado “De Architectura”, en su Libro III, capítulo I, nos presenta las
diferentes unidades de longitud romanas.
Explica que todas ellas están basadas en las partes adecuadamente
proporcionadas del cuerpo humano, (un pie
son cuatro manos, una mano cuatro dedos, un codo equivale a
un pie y medio, ...)
Ver: http://www.fh-augsburg.de/~harsch/Chronologia/Lsante01/Vitruvius/vit_intr.html
La dimensión equivalente
estimada para un pie, unidad básica de longitud aplicada por los romanos, sería
la de 0,296 metros, medida contrastada por numerosos autores, por ejemplo
-ADAM, J. P. 1984: La construction
romaine. Materiaux
et techniques. Grands Manuels Picard, París (Ed. español 1996,
León). o por -PANERAI, Mª C., 1983: Le misure romane, A.A.V.V., Misurare la terra: centuriazione e coloni
nel mondo romano. Catálogo de la exposición de Modena, 11 de Septiembre 1983 a 12 de
Febrero 1984, p. 122-124. Edizioni Panini,
Modena.
A su vez, determinados
textos nos revelan que la dimensión denominada “pasus”, múltiplo equivalente a
5 pies, mide 1,481 metros, de lo cual deducimos que 1,481 m: 5 = 0,2962 m/pie, aproximándonos un decimal más
en la medida del pie romano.
Vitruvio, en el citado
texto, nos define como módulo-hombre perfecto aquel que se inscribe en un
cuadrado de 6 por 6 pies, es decir, que el hombre perfecto mide seis pies desde
los pies a la cabeza, y seis pies de punta a punta de los dedos de las manos
con los brazos extendidos. A su vez
menciona en ese capítulo que este mismo hombre, tomando como centro el ombligo,
es inscribible en un círculo, tal como lo representó Leonardo Da Vinci en un
conocido grabado.
Ver Figura 1.
Podemos entender que, en cierta manera, Vitruvio nos está
diciendo que este módulo-hombre perfecto es no sólo un modulador de dimensiones
a escala humana (mano, dedo, codo, pie...) utilizadas después mediante
múltiplos tanto en la construcción como
en la medición de caminos, campos , etc,
sino que a la vez se constituye en el centro o síntesis geométrica del
cuadrado y del círculo, es decir, el ser humano es el punto central de
referencia donde se verificaría una propiedad geométrica aparentemente
inalcanzable: la cuadratura del círculo. Inalcanzable desde nuestro actual
conocimiento científico, porque el valor de Pi
hoy conocido, al ser un número irracional trascendente con infinitos
decimales no permite su trazado gráfico ni por tanto alcanzar la cuadratura.
Pero cabe preguntarse si esta propiedad podría verificarse en
esas épocas, ya que en ellas se trabajaba con otro valor de Pi obtenido por aproximaciones mucho más
sencillas y ciertamente trazables geométricamente como pretendo demostrar, con
lo que se entendería el empeño de Vitruvio de sintetizar en torno al
módulo-hombre ambas figuras, cuadrado y círculo.
Podemos iniciar la investigación a partir del
análisis del valor de Pi o,
mejor dicho, de los dos posibles valores
conocidos en la época, intentando relacionar estas aproximaciones con la
dimensión del pie romano y a su vez concluir acerca de una posible explicación
de la figura del Módulo-Hombre de Vitruvio.
1.
Análisis en función del valor de Pi según el papiro egipcio de Ahmes:
El primer valor de Pi
del que Vitruvio debía tener conocimiento es el que se encuentra establecido
por la geometría egipcia, contenido en el papiro de Ahmes, escriba-geómetra autor
del mismo en fecha 1650 antes de Cristo.
También se le conoce como Papiro de
Rhind (denominado así por su descubridor). En este papiro se analiza la
resolución de varios problemas geométricos y matemáticos y, entre ellos, se
analiza el cálculo del área de un círculo de diámetro 9 por igualación con el
área del cuadrado de lado 8. Se trata de una primera aproximación a la famosa
cuadratura del círculo, ya que según Ahmes
tienen igual área el cuadrado de lado “L” y la circunferencia de
diámetro “8L/9”. Es decir, según este
papiro, al considerar como igual el área del cuadrado de 8 x 8 = 64 y la del
círculo de radio 4,5, se puede deducir
un valor de Pi = (16/9)2 .
En este caso el área del círculo vale igualmente A = (16/9)2 x 4,5 x
4,5 = 64. Por tanto Pi = (1.77777777...)2 =
3.1604935... valor que difiere del
actual pero que en su día debió representar un gran avance técnico para el
cálculo de áreas circulares.
Ver: http://www.egiptologia.org/ciencia/matematicas/papiro_rhind.htm
Este valor de raíz cuadrada de Pi se puede asociar con
el valor obtenido al multiplicar por 6 el valor del pie romano antes mencionado
6 x 0.296 = 1.776, o también el más aproximado 6 x 0.2962 = 1.7772. De aquí
podemos establecer la siguiente hipótesis de trabajo: Si el valor equivalente
en metros de un pie romano fuera realmente
0.296296296296... seis pies medirían 1.77777777... y por tanto la raíz cuadrada de Pi se podría expresar
en pies: trazando en el suelo seis pies
tendríamos dibujado el lado del cuadrado del módulo-hombre, cuya área expresada
en metros cuadrados valdría Pi ya que Raíz cuadrada de Pi x Raíz cuadrada de Pi = Pi Debemos tener en cuenta que en aquellos
momentos el metro como unidad no
existe, por lo que llama la atención esta coincidencia. Para intentar aclarar
este misterio, vamos a trabajar con geometría, puesto que lo que se pretende
demostrar a continuación es que el Pi
egipcio puede ser trazado, para luego darle las proporciones adecuadas al
módulo-hombre mediante un cambio de escala.
Veamos la demostración: La
definición de raíz cuadrada de Pi
según Ahmes es un valor sencillo: 16/9. Esto es lo mismo que 42/32, lo
cual podemos asociarlo con las
dimensiones del triángulo pitagórico
3:4:5, imprescindible para el trazado de figuras con un ángulo recto, ya
conocido por los egipcios y mencionado por Vitruvio en su Introducción al Libro
IX de De Architectura.
:
Si a cualquier escala
construimos un triángulo rectángulo con catetos de valor 9 y 16, apoyado sobre
la base de 9, podemos trazar un triángulo semejante al anterior nueve veces
menor de forma que el cateto base medirá 1 y el cateto vertical valdrá
exactamente 16/9, es decir, raíz cuadrada dePi. Por tanto es posible llegar a trazar gráficamente este valor de
raíz de Pi, siempre referidos al Pi egipcio, de la misma forma que con triángulos semejantes es
posible dividir un segmento en tres partes iguales y obtener así para cada
parte el valor 0.3333... segmento posible de dibujar e imposible de medir.
A partir de esta figura
podemos dibujar un cuadrado uno de cuyos
lados sea el cateto de valor raíz
cuadrada de Pi cuya área será, evidentemente, A = raíz de Pi x raíz de Pi = Pi. Y a la vez podemos trazar un círculo
cuyo radio sea el cateto menor, de valor
1, cuya área será igualmente A = Pi x 12 = Pi. Con lo que queda demostrada la
posibilidad de que, con este valor aproximado de Pi era perfectamente posible en esa época trazar la “cuadratura” del círculo.
Ver
Figura 2
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Figura 2 |
Figura 3
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Todo este desarrollo se ha
realizado geométricamente, trabajando con unidades gráficas sin emplear un
módulo o escala concreto (metros, pies,...) y el resultado es la definición de
un módulo gráfico que es la raíz de Pi,
= 1,77777777... el cual, mediante un
cambio de escala puede ser adaptado a cualquier tamaño.
De nuevo podemos recordar
ahora a Vitruvio y su módulo-hombre, que pretende estar simultáneamente
inscrito en un cuadrado y en un círculo, presumiblemente de áreas iguales.
Podemos dibujar ambas figuras. Repitamos el análisis de los triángulos
semejantes, suponiendo ahora que trabajamos en pies, sin que sea necesario previamente definir exactamente las
dimensiones del pie en relación al metro, sino tan sólo dando importancia a
que el módulo-hombre son seis pies.
Podemos realizar una nueva figura a partir de las proporciones del
triángulo rectángulo de catetos 16:9, para crea una figura semejante cuyo
cateto mayor valga 6. Según esto la relación proporcional es:
16 es a 9 como 6 es a ...3,375.
Podemos comprobar que un
cuadrado de lado 6 pies tiene la misma área que un círculo de radio 3,375 pies.
Ver Figura 3.
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Efectivamente:
Área del cuadrado: 6 x 6 = 36
Area del círculo = (16/9)2 x 3,375 x 3,375 = 36
Obtenemos así la cuadratura
relativa a la figura mencionada por Vitruvio. En este caso el tamaño del
círculo no sería exactamente el que trazó Leonardo da Vinci en su grabado, sino
un poco menor, como vemos en la Figura 4. Aquí observamos que el Hombre con los
brazos extendidos horizontales y las piernas abiertas encaja simultáneamente en
el cuadrado y en el círculo, ambos de áreas iguales en base al Pi egipcio. ¿Era
esto lo que nos quería decir Vitruvio?.
La relación entre ambas
figuras geométricas tiene otras características curiosas: hemos visto que el área del cuadrado de lado
8 equivale a l círculo de diámetro 9. La relación es Lado x 1,125 = diámetro.
(8 x 1,125 = 9). En la relación entre “perímetros” el coeficiente que los
relaciona es el mismo, pero situado a la inversa: Perímetro cuadrado = Circunferencia x 1,125.
Efectivamente, 4 x 8 = (16/9)2 x 9 x 1,125.
Esto es válido para todos
los cuadrados y circunferencias que cumplan las proporciones de 8:9 entre lado
y diámetro.
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Finalmente, si tomamos un
cuadrado del que supusiéramos valor 1,7777777777, la circunferencia cuyo
círculo tiene área equivalente tendría de diámetro 1,777777777 x 1,125 = 2. Su
radio vale 1 como ya vimos antes gráficamente.
Pero...aquí se produce una
evidencia de difícil explicación. ¿Porqué seis pies romanos trazados en una
época en la que se desconoce la existencia del metro, sin embargo, coinciden en medida con la dimensión de
1,77777777... metros, valor que coincide
a su vez en valor absoluto con la raíz
cuadrada del Pi de Ahmes, de forma que finalmente el área del cuadrado de 6 x 6
pies valga Pi si lo medimos en metros cuadrados?. Es más... ¿Porqué la
medida del radio del círculo equivalente en área, 3,375 pies, traducido a
metros multiplicando por 0.296296296... nos da exactamente un metro, si aplicamos infinitos decimales?.
Parece evidente que ha de existir algún tipo de relación y que
ha de ser demasiada casualidad que ambos sistemas de medidas se aproximen tanto
sin una posible motivación. Creo que podemos convenir que entre dos sistemas de
medidas puede haber un factor de proporcionalidad si ambas se utilizan para medir
un mismo objeto. Por tanto, una posible respuesta la podemos obtener analizando
lo que realmente es el metro, según
su definición establecida en referencia al tamaño de la circunferencia de la
tierra: un metro es 1/40.000.000 de dicha circunferencia. El hombre, por tanto,
mediante la unidad “metro”
decidió modular todo su mundo en base al
tamaño del planeta en el que habita, como módulo gigante del que todo lo demás
es submúltiplo.
¿Y si esto hubiera ocurrido
igual en la Antigüedad? Sabemos que Eratóstenes en el siglo III a.C. ya realiza
cálculos sobre el tamaño y el radio de la tierra ajustándose precisamente a una
medida equivalente a los 40.000 Km.,
sólo que él trabajaba en “estadios”.
En concreto, un estadio son 125 pasus y cada paso son 5 pies, por lo que
un estadio son 6.255 pies y mide en metros 185,185185... m.
Para su medición se basó en
la diferencia de ángulos entre las sombras que se producían a mediodía en dos
ciudades situadas sobre el mismo meridiano, separadas una distancia conocida.
Podemos observar que la equivalencia de valores
es bastante exacta. 40.000.000 m : 185,185185185 = 216.000 estadios.
Por tanto no sería raro pensar que la suma de todos estos
conocimientos llevara a los sabios de entonces (astrónomos, matemáticos y geómetras
todo en uno) a modular las dimensiones del hombre perfecto, seis pies, con un
tamaño que se relacionara a su vez con el de una circunferencia, la del
planeta, y a la vez que con un valor relacionado con Pi, cerrando así un sistema de medidas coherentes desde la parte,
hasta el todo, tal como comenta Vitruvio a lo largo de todo su Tratado y como,
en tiempos más recientes, ha querido hacer el ser humano al definir el metro como “diezmilésima parte del
cuadrante del meridiano terrestre”. Si
trabajamos en metros, dividir la longitud de la circunferencia de la tierra por
la medida del módulo-hombre da un
resultado exacto. Es decir,
40.000.000 m: 1.7777777... m/módulo = 22.500.000 módulos-hombre, suponiendo que
dividimos por un número con infinitos decimales. Lo mismo ocurre si trabajamos con la medida
que atribuimos al pie: 40.000.000 m: 0.296296296... m/pie = 135.000.000 pies.
Se trata de una hipótesis, pero que podría explicar el cómo ambos sistemas de
medidas convergerían en una regla de proporcionalidad, ya que ambos
modularían un mismo objeto, la
circunferencia de la tierra. En este caso,
1 m = 3.375 pies de 0.296296296296 m., es decir 3 3/8 pies. Valor del
radio de la circunferencia cuya área forma la cuadratura con el cuadrado
vitruviano de seis pies.
Los múltiplos y submúltiplos
correspondientes e este pie serían:
1 mano = ¼ pie
= 0.074074074... m
1 dedo
= ¼ mano = 0.0185185185...m
1 codo = 1,5 pies
= 0.4444444444...m
1 pasus = 5 pies
= 1.48148148148...m
Por ello, la actual unidad
metro sería equivalente a 3
pies más 6 dedos.
2. Análisis en función del valor de Pi según Arquímedes:
Hemos analizado un valor de Pi egipcio. Por otra parte sabemos que
en el siglo III a.C. aparece un gran matemático que establece una nueva
aproximación al valor de Pi. Se trata
de Arquímedes (Siracusa, 287 a.C.). Algunos aspectos de su vida son es en parte
conocidos gracias al propio Vitruvio (De
Architectura, Libro IX, Introducción). Puede darse el caso de que la
inercia mantuviera operativo a efectos prácticos el antiguo Pi durante cierto tiempo entre los
agrimensores y arquitectos de entonces y que por ello el pie romano se
mantuviera en las mismas dimensiones, o que esta medida de longitud sufriera
una revisión a causa de la existencia de un nuevo valor de Pi.
Lo que conocemos es que
Arquímedes, a partir de los polígonos inscritos y circunscritos a una
circunferencia dada, llega a determinar que el valor de Pi se encuentra entre 223/71 y 22/7, empleando ésta última
aproximación por su más fácil aplicación práctica.
En relación a su trazado
gráfico, podemos trabajar aquí también con triángulos semejantes: si dibujamos
un triángulo rectángulo de catetos 22 y 7, podemos dibujar un triángulo
semejante en el que al lado de dimensión 7 del mayor le corresponda un lado de
dimensión 1 en el menor. Así, el lado proporcional al cateto de valor 22 le
corresponderá otro cateto en el triángulo menor cuyo valor será 22/7, es decir,
Pi.
Pero este trazado no nos
permite un inmediato trazado de la cuadratura del círculo, ya que en el caso
anterior lo que habíamos obtenido gráficamente era la raíz cuadrada de Pi, lo cual nos permitía dibujar fácilmente un
cuadrado cuya área era Pi. En este
caso lo que sí podemos hacer es dibujar un rectángulo cuya base sea 1 y su
altura Pi, con lo que el área valdrá Pi x 1 = Pi. A la vez, si dibujamos un círculo de radio igual a 1, su área
valdrá Pi x 12 = Pi. Hemos conseguido la “rectangulatura” del círculo con el Pi de Arquímedes. .
Ver Figura 5.
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Figura 5
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Para transformar este rectángulo en
un cuadrado equivalente, aplicamos una regla geométrica basada
en la media proporcinal:
http://trazoide.com/equivalencia.html
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Figura 6 |
Entramos en el análisis de
un nuevo posible valor del pie romano. Si aceptamos que Pi es 22/7 = 3.1428571, su raíz
cuadrada valdrá 1.7728105. La sexta parte es 0.295468, valor que en metros
es muy similar al del pie romano aplicado en otras obras arquitectónicas, el
Templo de Gabii, por ejemplo: 0.2955 m.
( Ver: Metrología y modulación del
templo de Juno Gabina. Martín Almagro-Gorbea y José Luis Jiménez. Itálica.
Cuadernos de Trabajo de la Escuela de Historia y Arqueología de Roma. 16. 1982.
CSIC. Madrid.) De nuevo observamos que, curiosamente, si “leemos” en metros
la medida de seis pies, ésta de nuevo
coincide con la raíz cuadrada de Pi,
y por tanto a su vez la nueva área del cuadrado del “modulo-hombre” de 6
por seis pies, medido en metros cuadrados nos da el valor del Pi de Arquímedes. Podemos pues pensar que se produce una
readaptación del módulo–hombre en base a la nueva aproximación a Pi. Será interesante analizar la diferente
utilización de estas medidas, para ver si efectivamente en general el pie de
0.2963 precede en el tiempo al de 0.2955, o si ambos coexisten. Aquí tenemos tarea para los arqueólogos. En
este caso se rompe la modulación con respecto a la circunferencia de la tierra.
Lo que parece evidente, como
conclusión, es que los primeros valores de Pi
o de su raíz cuadrada en las
civilizaciones mediterráneas, basados en
relaciones o quebrados, permiten su dibujo mediante triángulos semejantes. Por
tanto, en esas épocas parece evidente que si admitían como válida esta
aproximación, podían dar por válida la cuadratura y presentar, como hace
Vitruvio, al Hombre como centro de la perfección al ser simultáneamente
inscribible en el círculo y en el cuadrado. Podemos suponer, tan sólo suponer,
que el hecho de que en uno de los casos
las dimensiones de los seis pies de lado del cuadrado traducidos a metros sean
el equivalente a la raíz cuadrada del valor estimado de Pi pueda revelar una relación entre ambos
sistemas de medidas. Desgraciadamente Vitruvio nos dejó su texto carente
totalmente de figuras y ello nos impide aproximarnos mejor a este concepto tan
gráfico.
Una consideración más sobre la modulación 6x6
Es interesante la referencia que hace Vitruvio en la Intruducción al Libro V sobre el
número 216 como “numero cúbico”, tomada de Pitágoras: Un cubo tiene 6 caras, número perfecto. Si el hombre de Vitruvio se inscribe en un cuadrado de 6 x 6
pies, resulta que la superficie envolvente de un cubo de lado 6 pies es (6 x 6)
x 6, es decir, 216 pies cuadrados.
A su vez, su volumen, B x H = 36 x 6 = 216 pies cúbicos. Curiosa propiedad del cubo de lado 6, ya que realmente es el único cubo que admite esta propiedad:
S = V por tanto 6 L2 = L3 es decir, L=6
No contentos con esto, si observamos la
esfera inscribible en este cubo, que tendrá R= 3, es la
única en la que se cumple igualmente que su área es igual
a su volumen:
Para que S =
V; 4 Pi r2 = 4/3 Pi r3 por tanto,
1 = 1/3 r; es decir, r = 3
Al hablar del cubo de
lado 6, del Hombre inscribible en un cuadrado de 6,x,6
¿nos están señalando tanto los
Pitagóricos como Vitruvio
la cincidencia entre perfección geométrica y humana?
¿Es el Hombre la escala de la perfección?
Veamos a la vez qué
nos dice un libro escrito unos 100 años despues, en
época en la que la teoría del 6x6 vitruviano
estaría en vigor, el
Apocalipsis de San Juan.
Según Apocalipsis, 13,18:
“Aquí se debe aplicar la sabiduría. Quien se sienta
inteligente pruebe a descifrar el número de la Bestia, que es número humano:
seis, seis, seis”
Según la traducción realizada por el P. Xavier Pikaza en su
libro “Apocalipsis”, pg 156 y ss. Ed. Verbo Divino. 1999, no es del todo correcto traducir 666, (“seiscientos” “sesenta” y “seis”, tres
palabras diferentes), sino que el texto parece que repite tres veces consecutivas la misma
palabra “seis”: 6.6.6
San Juan nos habla por tanto de la asociación de un mismo número 6
repetido tres veces, a modo de una serie, situación coincidente con el uso del 6 de Vitruvio, que define el alto
(6) y ancho (6) del hombre Vitruviano, el cuadrado que lo envuelve (6x6) , y el cubo que
ayuda a contener la sabiduría (6x6x6).
Recordemos que la Segunda Bestia a la que se refiere el número
6-6-6 es, según los exégetas, nada menos que la cultura opresora al
servicio del Imperio Romano (X.Picaza, “Apocalipsis”, pg 154-155).
Si finalmente acudimos de nuevo al Apocalipsis, Capitulo 21,17,
relativo a la Ciudad Santa que baja delñ cielo, la Nueva Jerusalén, nos dice S.Juan: "Y midió luego la muralla y
resultaron ciento cuarenta y cuatro codos, según la medida humana, que es
medida de ángel”.
Un codo son 1,5 pies, luego 144 codos son 216 pies, es
decir, 6 x 6 x 6. Nos aparece aquí de nuevo una relación entre una aplicación
de las cifras 6-6-6 y la mención a la “medida humana”, comparándola a la
"medida de angel” es decir, de nuevo aparece una invocación a la perfección.
Quizás para San Juan la aparición de una regla de perfección
humana basada en el número 6, perfectamente conocida en su época, significaba
un peligro contra la religión cristiana al pretender elevar al Hombre a la
cúspide de la perfección olvidando a Dios, de ahí que en el capítulo 21 busque
subordinar ese Hombre Perfecto, modulador de edificios y ciudades
proporcionadas en base a su cuerpo, a un Angel y a una Ciudad Nueva que procede
de Dios.
Luis Moranta Jaume, Arquitecto, Mayo 2001- Enero 2009.
Listado de direcciones de interés:
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http://www.fh-augsburg.de/~harsch/Chronologia/Lsante01/Vitruvius/vit_intr.html
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